LA EGRÉGORA
“Los hombres pasan… las instituciones quedan”
Así quiero comenzar este discurso, especialmente preparado para los iniciados en este año rosacruz 3,367. La renovación es ley de vida, nuestro cuerpo se regenera cada 52 días parcialmente, y totalmente cada 7 años. Los negocios que no atraen nueva clientela y no se renuevan desaparecen. Cuando la transición de nuestro amado Imperator y maestro Santiago Aranegui se dio, el primer sentimiento que experimentamos fue de orfandad, algunos se sintieron perdidos y se fueron, pero la mayoría nos quedamos pues había una Maestra, Emma Morales, y un maestro auxiliar Flavio Sousa, que nos guiaron a través de esos tiempos duros y su digna viuda Marisela, heredera y depositaria de la logia, con su fortaleza nos inspiró.
Hoy conmemoramos su ascenso al plano que por su trabajo, bondad y evolución espiritual le corresponde. Tres años han pasado y nuestra barca ha sorteado mares tempestuosos agitados por tendencias divisivas. Para esos que dudaron que nuestra logia colapsaría, les digo que eso no pasara pues no hay indispensables en la logia, al contrario necesitamos de esa nueva energía, más preparada y actualizada en las nuevas tecnologías. Nuestra egrégora esta fuerte, creciendo; nueva sangre está siendo inyectada y su energía psíquica la nutre, son los pinos nuevos de que hablaba aquel gran iniciado y poeta: José Martí.
Definición e historia. Aunque su origen se remonta a la cultura griega (egregorien: velar, vigilar). La palabra egrégora viene modernamente del francés “egregore” de ahí se derivó la palabra egregor: que es una sinergia de pensamiento. La revista de la gnosis de 1987, lo define: como una especie de mente grupal creada cuando la gente conscientemente se une en un propósito común. Se cree que el primero que uso la palabra “egregore” modernamente, primero como adjetivo y luego como nombre fue Víctor Hugo en 1867 en su obra “La leyenda de las edades”.
Los rosacruces venimos de todos los caminos de la vida, hay doctores, ingenieros, arquitectos, economistas, técnicos en electrónica, vendedores, bomberos, etcétera. De todas las naciones, de todas las religiones, de todos los géneros, de todas las edades. Nos identifica un ideal común: somos buscadores de la verdad.
¿Qué es la egrégora? Es una sinarquía de pensamiento, basada en principios que le dan una naturaleza si podemos llamarla doctrinaria, que se apoya en dos grandes pilares: el intelectual y el iniciático. Es una energía psíquica que los iniciados emanan nutriéndola en las convocaciones, en las clases, en los repasos y en cualquier actividad de nuestra logia y de la cual recibimos esta energía psíquica en todos los rituales ya sean iniciaciones o convocaciones.
¿Cómo se nutre?
Material: Hay un aspecto material que es necesario cubrir, así como nuestros cuerpos necesitan el aspecto energético de la materia de la misma forma nuestra egrégora lo necesita también, esta se llama la ley del Amra. La ley del dar, que algunas personas quieren encontrar un parecido con la práctica del diezmo.
Intelectual: Como mencionamos anteriormente, este conocimiento es como un edificio que se viene construyendo desde los cimientos, es la infraestructura del conocimiento que tiene que construirse poco a poco… el que viene con prisa para adquirirlo, obtendrá poco. Como decía nuestra amado maestro Santiago Aranegui “Atiende hasta que entiendas… entiende hasta que comprendas… comprende hasta que realices”. Ese proceso toma años, paciencia y disciplina.
Psíquico: Este aspecto el menos visible, es quizás el que más potencia nuestra egrégora. A través de la meditación, ese proceso por el cual se aquieta la menta y nos permite entrar en el silencio y tomar contacto con el mago interno, que conoce nuestro pasado y construye nuestro futuro de acuerdo a nuestros lineamientos.
¿Qué beneficio obtengo? Cuenta la leyenda que un discípulo preguntó a Siddhartha Gautama (Buda) ¿Qué gano con la meditación? Nada- fue la respuesta de Siddhartha Gautama- pero te digo lo que he perdido: el miedo, el dolor, el apego, la angustia, la infelicidad- le contestó. Muchos de nosotros venimos de diferentes caminos espirituales que no nos han llenado y las respuestas que esperábamos no han aparecido. En el proceso de introspección que realizamos estas comienzan a insinuarse hasta que aparecen brillantes y con voz propia.
Conocimiento: Conforme entendemos el conocimiento si nos aplicamos al estudio de los grados, comenzamos a comprender y verdades como templos se vislumbran, por eso se enfatiza que las monografías se estudien… este conocimiento no entra por Osmosis. Porque es cierto que el conocimiento está dentro de nosotros y así como un escultor esculpe la piedra, así nosotros a golpe de estudio tenemos que quitar los velos que ocultan la verdad y cuando esta se incorpora como si fuera una segunda naturaleza y fluye de nosotros en sabias palabras… es entonces cuando la comprensión se convierte en realización.
Iluminación: sobre este tema se han escrito tratados, algunos ciertos… algunos reciclados de otros autores. La iluminación es una experiencia personal, no tratemos de apurarla, ella llegará cuando menos la esperamos, es como el amor cuando llega la primera vez, que nos cuesta creérnoslo, no lo podemos explicar pero sabemos que nos sucedió. Es una visión abarcadora o más bien integradora de todo nuestro ser, es cuando tomamos conciencia de nuestra esencia superior y nuestra conexión con la luz… por eso se llama iluminación.
Aspecto iniciático: La iniciación es el otro pilar de la egrégora, aunque en forma de ritual lleno de simbolismo no está supuesto a ser percibido en su dimensión verdadera por el mental inferior, más bien está orientado a que el alma recuerde este proceso y comience a soltar cuando entramos en el silencio: guías, memorias y un sentido integrador de la parte interna con la externa.
Simbología de las convocaciones: Debemos de estar atentos a esa magia que sucede en las convocaciones, el encendido en la Shekinah de las tres velas al ritmo del toque de campana acompañada de las frases del capellán, compendia ese acto de iluminación interna que nuestra doctrina rosacruz conlleva. Es la conmemoración del descenso de la luz al mundo, por eso es que en cada convocación la llama de la columna vestal tiene que estar encendida… eso fue lo que nuestro amado maestro hizo con nosotros legarnos y atarnos a la jerarquía de la luz, primero iluminando nuestro intelecto y luego indicándonos el sendero escondido, que también lo menciono Fray Luis de León en su poema y comienza así: “Que descansada vida… la del que huye del mundanal ruido y… sigue la escondida senda por donde han ido… los pocos sabios que en el mundo han sido”
Los rituales: estos tienen una gran importancia que se observen de la forma que han sido practicados por milenios.
• Saludo al este: Este algunas veces se hará individual o colectivo de acuerdo a la decisión del maestro oficiante, esto nos entona internamente con la energía Psíquica de la egrégora. Debemos practicarlos para cuando nos toque hacerlo de forma individual.
• Incensado del templo: por siete veces en cada estación por nuestra amada Columba, es una señal de la reverencia y comportamiento a observar en el templo durante la convocación.
• Encendido de velas de la Shekinah: es un momento místico sin igual, que conmemora la llegada de la luz al mundo.
¿Cómo podemos participar?
• Servicio: El servicio nos caracteriza a los rosacruces tanto en la egrégora como fuera de ella. Ser oficial es una forma de servir con humildad a la egrégora, honrar sirviendo es el mejor logro como rosacruz.
• Diseminando la luz: “por sus obras les conoceréis” cuenta el evangelio, muchos de nosotros hay veces nos sorprendemos por la forma que los otros nos perciben; hace un par de años estaba en la agencia Ford para un mantenimiento de rutina y uno que trabajaba en el taller y recibía mi carro “usted es rosacruz ¿verdad?- así de improviso me dijo- yo le contesté que sí, e intrigado le pregunté de donde le vino esa pregunta- “no sé, de repente se me ocurrió”- me contestó. Nuestro comportamiento y nuestras acciones son las que cuentan, hay que practicar con el ejemplo. Se nos enseña a dominar la naturaleza pero la primera que debemos controlar es nuestra naturaleza interna, nuestro carácter, ejercer la fuerza de voluntad para someter los vicios que podamos tener… imagínense alguien que se auto llama rosacruz, de esos que se dicen haber obtenido la iluminación y sufren de adicciones al alcohol, tabaco y/o sustancias, no hay coherencia entre el dicho y el hecho.
• Nuestro comportamiento: “un rosacruz no expresa opinión sobre otro rosacruz de forma derogatoria sin estar el otro presente”… se nos enseña a no juzgar y algunas veces tenemos el juicio breve para enjuiciar al otro. Hemos visto como los budistas se saludan con el Namaste (mi divinidad interior reconoce tu divinidad) esa es una conducta a imitar.
• La unidad de la egrégora: Armonía, ecuanimidad y genuinidad deben ser la norma entre rosacruces de la egrégora. La egrégora es atemporal, no existe a excepción del maestro iniciante actual, antigüedad, rango o señorío… todos somos iguales. No somos una organización militar, ni hay sargentos que nos manden… somos una hermandad.
Para aquel frater o soror, que inquieto preguntó si podía participar en la convocación con algún comentario atingente o pregunta, al discurso de la convocación, cuando el maestro oficiante invita a participar… y que obtuvo la respuesta “los que participan tienen mucho ego”; yo le invito a atreverse, pues su comentario tal vez enriquecerá a algún otro hermano que no se atreve a participar. Que no haga caso a esa respuesta que posiblemente es una proyección del ego de la persona que le respondió así. En esta encarnación si aprendemos a reconocer nuestro ego y controlarlo, ese es un gran avance. He notado que aquellos que continuamente viven descubriendo el excesivo ego en el otro, es el que lo padece de forma descontrolada, recordemos como dice el evangelio “ven la paja en el ojo ajeno sin ver la viga que tienen en el propio. O parodiando al maestro Jesús: Aquel que este libre del ego… que tire la primera piedra”.
Silvio J. Morales
10/25/2014