FELIZ CUMPLEAÑOS MAESTRO!!!!!

FELIZ CUMPLEAÑOS MAESTRO!!!!!

Tus hijos bienamados hoy, como siempre, como cada día te recordamos, celebramos haber tenido el privelegio de encontrarte y que nos encontraras.
Hoy, especialmente, celebramos tu nacimiento aquí. Recibe, allí donde estes o mejor dicho aquí, donde sigues estando, nuestro más sincero homenaje, nuestro más cálido abrazo y nuestra profunda gratitud.
Querido Santiago : gracias! Infinitamente gracias! Eternamente gracias!

UN CURSO DE MILAGROS, Segunda Parte

¿QUÉ ES UN MILAGRO?

1. Un milagro es una corrección. No crea, ni cambia realmente nada en absoluto. Simplemente contempla la devastación y le recuerda a la mente que lo que ve es falso. Corrige el error, mas no intenta ir más allá de la percepción, ni exceder la función del perdón. Se mantiene, por lo tanto, dentro de los límites del tiempo. No obstante, allana el camino para el retorno de la intemporalidad y para el despertar del amor, pues el miedo no puede sino desvanecerse ante el benevolente remedio que el milagro trae consigo.

2. En el milagro reside el don de la gracia, pues se da y se recibe como uno. Y así, nos da un ejemplo de lo que es la ley de la verdad, que el mundo no acata porque no la entiende. El milagro invierte la percepción que antes andaba al revés, y de esa manera pone fin a las extrañas distorsiones que ésta manifestaba. Ahora la percepción se vuelto receptiva a la verdad. Ahora puede verse que el perdón está justificado.

3. El perdón es la morada de los milagros. Los ojos de Cristo se los ofrecen a todos los que Él contempla con misericordia y con amor. La percepción queda corregida ante su vista, y aquello cuyo propósito era maldecir tiene ahora el de bendecir. Cada azucena del perdón le ofrece al mundo el milagro del amor. Y cada una de ellas se deposita ante la Palabra de Dios, en el altar universal al Creador y a la creación, a la luz de la perfecta pureza y de la dicha infinita.

4. Al principio el milagro se acepta mediante la fe, porque pedirlo implica que la mente está ahora lista para percibir aquello que no puede ver ni entender. No obstante, la fe convocará a sus testigos para demostrar que aquello en lo que se basa realmente existe. Y así, el milagro justificará tu fe en él, y probará que esa fe descansa sobre un mundo más real que el que antes veías: un mundo que ha sido redimido de lo que tú pensabas que se encontraba allí.

5. Los milagros son como gotas de lluvia regeneradora que caen del Cielo sobre un mundo árido y polvoriento, al cual criaturas hambrientas y sedientas vienen a morir. Ahora tienen agua. Ahora el mundo está lleno de verdor. Y brotan por doquier señales de vida para demostrar que lo que nace jamás puede morir, pues lo que tiene vida es inmortal.

Fragmento extraído del libro, UN CURSO DE MILAGROS

SEGUNDA PARTE

LA EGRÉGORA, Silvio Morales

LA EGRÉGORA

“Los hombres pasan… las instituciones quedan”

Así quiero comenzar este discurso, especialmente preparado para los iniciados en este año rosacruz 3,367. La renovación es ley de vida, nuestro cuerpo se regenera cada 52 días parcialmente, y totalmente cada 7 años. Los negocios que no atraen nueva clientela y no se renuevan desaparecen. Cuando la transición de nuestro amado Imperator y maestro Santiago Aranegui se dio, el primer sentimiento que experimentamos fue de orfandad, algunos se sintieron perdidos y se fueron, pero la mayoría nos quedamos pues había una Maestra, Emma Morales, y un maestro auxiliar Flavio Sousa, que nos guiaron a través de esos tiempos duros y su digna viuda Marisela, heredera y depositaria de la logia, con su fortaleza nos inspiró.
Hoy conmemoramos su ascenso al plano que por su trabajo, bondad y evolución espiritual le corresponde. Tres años han pasado y nuestra barca ha sorteado mares tempestuosos agitados por tendencias divisivas. Para esos que dudaron que nuestra logia colapsaría, les digo que eso no pasara pues no hay indispensables en la logia, al contrario necesitamos de esa nueva energía, más preparada y actualizada en las nuevas tecnologías. Nuestra egrégora esta fuerte, creciendo; nueva sangre está siendo inyectada y su energía psíquica la nutre, son los pinos nuevos de que hablaba aquel gran iniciado y poeta: José Martí.
Definición e historia. Aunque su origen se remonta a la cultura griega (egregorien: velar, vigilar). La palabra egrégora viene modernamente del francés “egregore” de ahí se derivó la palabra egregor: que es una sinergia de pensamiento. La revista de la gnosis de 1987, lo define: como una especie de mente grupal creada cuando la gente conscientemente se une en un propósito común. Se cree que el primero que uso la palabra “egregore” modernamente, primero como adjetivo y luego como nombre fue Víctor Hugo en 1867 en su obra “La leyenda de las edades”.
Los rosacruces venimos de todos los caminos de la vida, hay doctores, ingenieros, arquitectos, economistas, técnicos en electrónica, vendedores, bomberos, etcétera. De todas las naciones, de todas las religiones, de todos los géneros, de todas las edades. Nos identifica un ideal común: somos buscadores de la verdad.
¿Qué es la egrégora? Es una sinarquía de pensamiento, basada en principios que le dan una naturaleza si podemos llamarla doctrinaria, que se apoya en dos grandes pilares: el intelectual y el iniciático. Es una energía psíquica que los iniciados emanan nutriéndola en las convocaciones, en las clases, en los repasos y en cualquier actividad de nuestra logia y de la cual recibimos esta energía psíquica en todos los rituales ya sean iniciaciones o convocaciones.
¿Cómo se nutre?
Material: Hay un aspecto material que es necesario cubrir, así como nuestros cuerpos necesitan el aspecto energético de la materia de la misma forma nuestra egrégora lo necesita también, esta se llama la ley del Amra. La ley del dar, que algunas personas quieren encontrar un parecido con la práctica del diezmo.
Intelectual: Como mencionamos anteriormente, este conocimiento es como un edificio que se viene construyendo desde los cimientos, es la infraestructura del conocimiento que tiene que construirse poco a poco… el que viene con prisa para adquirirlo, obtendrá poco. Como decía nuestra amado maestro Santiago Aranegui “Atiende hasta que entiendas… entiende hasta que comprendas… comprende hasta que realices”. Ese proceso toma años, paciencia y disciplina.
Psíquico: Este aspecto el menos visible, es quizás el que más potencia nuestra egrégora. A través de la meditación, ese proceso por el cual se aquieta la menta y nos permite entrar en el silencio y tomar contacto con el mago interno, que conoce nuestro pasado y construye nuestro futuro de acuerdo a nuestros lineamientos.
¿Qué beneficio obtengo? Cuenta la leyenda que un discípulo preguntó a Siddhartha Gautama (Buda) ¿Qué gano con la meditación? Nada- fue la respuesta de Siddhartha Gautama- pero te digo lo que he perdido: el miedo, el dolor, el apego, la angustia, la infelicidad- le contestó. Muchos de nosotros venimos de diferentes caminos espirituales que no nos han llenado y las respuestas que esperábamos no han aparecido. En el proceso de introspección que realizamos estas comienzan a insinuarse hasta que aparecen brillantes y con voz propia.
Conocimiento: Conforme entendemos el conocimiento si nos aplicamos al estudio de los grados, comenzamos a comprender y verdades como templos se vislumbran, por eso se enfatiza que las monografías se estudien… este conocimiento no entra por Osmosis. Porque es cierto que el conocimiento está dentro de nosotros y así como un escultor esculpe la piedra, así nosotros a golpe de estudio tenemos que quitar los velos que ocultan la verdad y cuando esta se incorpora como si fuera una segunda naturaleza y fluye de nosotros en sabias palabras… es entonces cuando la comprensión se convierte en realización.
Iluminación: sobre este tema se han escrito tratados, algunos ciertos… algunos reciclados de otros autores. La iluminación es una experiencia personal, no tratemos de apurarla, ella llegará cuando menos la esperamos, es como el amor cuando llega la primera vez, que nos cuesta creérnoslo, no lo podemos explicar pero sabemos que nos sucedió. Es una visión abarcadora o más bien integradora de todo nuestro ser, es cuando tomamos conciencia de nuestra esencia superior y nuestra conexión con la luz… por eso se llama iluminación.
Aspecto iniciático: La iniciación es el otro pilar de la egrégora, aunque en forma de ritual lleno de simbolismo no está supuesto a ser percibido en su dimensión verdadera por el mental inferior, más bien está orientado a que el alma recuerde este proceso y comience a soltar cuando entramos en el silencio: guías, memorias y un sentido integrador de la parte interna con la externa.
Simbología de las convocaciones: Debemos de estar atentos a esa magia que sucede en las convocaciones, el encendido en la Shekinah de las tres velas al ritmo del toque de campana acompañada de las frases del capellán, compendia ese acto de iluminación interna que nuestra doctrina rosacruz conlleva. Es la conmemoración del descenso de la luz al mundo, por eso es que en cada convocación la llama de la columna vestal tiene que estar encendida… eso fue lo que nuestro amado maestro hizo con nosotros legarnos y atarnos a la jerarquía de la luz, primero iluminando nuestro intelecto y luego indicándonos el sendero escondido, que también lo menciono Fray Luis de León en su poema y comienza así: “Que descansada vida… la del que huye del mundanal ruido y… sigue la escondida senda por donde han ido… los pocos sabios que en el mundo han sido”
Los rituales: estos tienen una gran importancia que se observen de la forma que han sido practicados por milenios.
Saludo al este: Este algunas veces se hará individual o colectivo de acuerdo a la decisión del maestro oficiante, esto nos entona internamente con la energía Psíquica de la egrégora. Debemos practicarlos para cuando nos toque hacerlo de forma individual.
Incensado del templo: por siete veces en cada estación por nuestra amada Columba, es una señal de la reverencia y comportamiento a observar en el templo durante la convocación.
Encendido de velas de la Shekinah: es un momento místico sin igual, que conmemora la llegada de la luz al mundo.
¿Cómo podemos participar?
Servicio: El servicio nos caracteriza a los rosacruces tanto en la egrégora como fuera de ella. Ser oficial es una forma de servir con humildad a la egrégora, honrar sirviendo es el mejor logro como rosacruz.
Diseminando la luz: “por sus obras les conoceréis” cuenta el evangelio, muchos de nosotros hay veces nos sorprendemos por la forma que los otros nos perciben; hace un par de años estaba en la agencia Ford para un mantenimiento de rutina y uno que trabajaba en el taller y recibía mi carro “usted es rosacruz ¿verdad?- así de improviso me dijo- yo le contesté que sí, e intrigado le pregunté de donde le vino esa pregunta- “no sé, de repente se me ocurrió”- me contestó. Nuestro comportamiento y nuestras acciones son las que cuentan, hay que practicar con el ejemplo. Se nos enseña a dominar la naturaleza pero la primera que debemos controlar es nuestra naturaleza interna, nuestro carácter, ejercer la fuerza de voluntad para someter los vicios que podamos tener… imagínense alguien que se auto llama rosacruz, de esos que se dicen haber obtenido la iluminación y sufren de adicciones al alcohol, tabaco y/o sustancias, no hay coherencia entre el dicho y el hecho.
Nuestro comportamiento: “un rosacruz no expresa opinión sobre otro rosacruz de forma derogatoria sin estar el otro presente”… se nos enseña a no juzgar y algunas veces tenemos el juicio breve para enjuiciar al otro. Hemos visto como los budistas se saludan con el Namaste (mi divinidad interior reconoce tu divinidad) esa es una conducta a imitar.
La unidad de la egrégora: Armonía, ecuanimidad y genuinidad deben ser la norma entre rosacruces de la egrégora. La egrégora es atemporal, no existe a excepción del maestro iniciante actual, antigüedad, rango o señorío… todos somos iguales. No somos una organización militar, ni hay sargentos que nos manden… somos una hermandad.
Para aquel frater o soror, que inquieto preguntó si podía participar en la convocación con algún comentario atingente o pregunta, al discurso de la convocación, cuando el maestro oficiante invita a participar… y que obtuvo la respuesta “los que participan tienen mucho ego”; yo le invito a atreverse, pues su comentario tal vez enriquecerá a algún otro hermano que no se atreve a participar. Que no haga caso a esa respuesta que posiblemente es una proyección del ego de la persona que le respondió así. En esta encarnación si aprendemos a reconocer nuestro ego y controlarlo, ese es un gran avance. He notado que aquellos que continuamente viven descubriendo el excesivo ego en el otro, es el que lo padece de forma descontrolada, recordemos como dice el evangelio “ven la paja en el ojo ajeno sin ver la viga que tienen en el propio. O parodiando al maestro Jesús: Aquel que este libre del ego… que tire la primera piedra”.

Silvio J. Morales
10/25/2014

UN CURSO DE MILAGROS, Segunda Parte, lección 340

HOY PUEDO LIBERARME DE TODO SUFRIMIENTO.

1. Padre te doy la gracias por el día de hoy y por la libertad que estoy seguro me ha de brindar. Hoy es un día santo, pues hoy Tu Hijo será redimido. Su sufrimiento ha terminado. Pues él oirá Tu Voz exhortándole a que busque la visión la visión de Cristo a través del perdón y se libere para siempre de todo sufrimiento. Gracias por el día de hoy. Padre mío. Vine a este mundo sólo para llegar a tener este día, así como la alegría y libertad que encierra para Tu santo Hijo y para el mundo que él fabricó, el cual hoy se libera con él.

2. ¡Regocíjate hoy! ¡ Regocíjate! Hoy no hay cabida para nada que no sea alegría y agradecimiento. Nuestro Padre ha redimido a Su Hijo en este día. Ni uno solo de nosotros dejará de salvarse hoy. No habrá nadie que no esté a salvo del miedo ni nadie a quien el Padre no acoja en Su regazo, despierto ahora en el Cielo, en el Corazón del Amor.

Fragmento extraído del libro, UN CURSO DE MILAGROS

SEGUNDA PARTE
Lección 340

UN CURSO DE MILAGROS, Segunda Parte, lección 339

SE ME CONCEDERÁ TODO LO QUE PIDA.

1. Nadie desea el dolor. Pero puede creer que el dolor es placer. Nadie quiere elidir su felicidad, mas puede creer que la dicha es algo doloroso, amenazante y peligroso. No hay nadie que no haya de recibir lo que pida. Pero puede estar ciertamente confundido con respecto a lo que quiere y al estado que quiere alcanzar. ¿Qué podría pedir, pues, que al recibirlo aún lo siguiese deseando? Ha pedido lo que le asustará y le hará sufrir. Resolvamos hoy pedir lo que realmente deseamos, y sólo eso, de manera que podamos pasar este día libres de temor, y sin confundir el dolor con alegría o el miedo con el amor.

2. Padre, Te ofrezco este día. Es un día en el que no haré nada por mi cuenta, sino que tan sólo oiré Tu Voz en todo lo que haga. Y así, Te pediré unicamente los Pensamientos que Tú compartes conmigo.

Fragmento extraído del libro, UN CURSO DE MILAGROS

SEGUNDA PARTE
Lección 339

UN CURSO DE MILAGROS, Segunda Parte, lección 338

SÓLO MIS PROPIOS PENSAMIENTOS PUEDEN AFECTARME.

1. Con este pensamientos basta para dejar que la salvación arribe a todo el mundo. Pues es el pensamiento mediante el cual todo el mundo por fin se libera del miedo. Ahora cada uno ha aprendido que nadie puede atemorizarlo, y que nada puede amenazar su seguridad. No tiene enemigos, y está a salvo de todas las cosas externas. Sus pensamientos pueden asustarlo, pero, puesto que son sus propios pensamientos, él tiene el poder de cambiarlos substituyendo un pensamiento de miedo por un pensamiento feliz de amor. Se crucificó a sí mismo. Sin embargo, Dios planeo que Su Hijo bienamado fuese redimido.

2. Padre mío, sólo Tu plan es infalible. Todos los demás fracasarán. Y tendré pensamientos que me asustará hasta que aprenda que Tú ya me has dado el único pensamiento que me llevará a la salvación. Sólo mis propios pensamientos fracasarán, y no me llevarán a ninguna parte. Mas el pensamiento que Tú me diste promete conducirme a mi hogar porque en él reside la promesa que Tú le hiciste a Tu Hijo.

Fragmento extraído del libro, UN CURSO DE MILAGROS

SEGUNDA PARTE
Lección 338

UN CURSO DE MILAGROS, Segunda Parte, Lección 337

MI IMPECABILIDAD ME PROTEGE DE TODO DAÑO.

1. Mi impecabilidad garantiza mi perfecta paz, mi eterna seguridad y mi amor imperecedero; me mantiene eternamente a salvo de cualquier pensamiento de pérdida y me libera completamente del sufrimiento. Mi estado sólo puede ser uno de felicidad, pues eso es lo único que me da. ¿Qué debo hacer para saber que todo esto me pertenece? Debo aceptar la Expiacioón para mi mismo, y nada más. Dios ha hecho ya todo lo que se tenía que hacer. Y lo que tengo que aprender es a no hacer nada por mi cuenta, pues sólo necesito aceptar mi Ser, mi impecabilidad, la cual se creó para mí y ya es mía, para sentir el Amor de Dios protegiendome de todo daño, para entender que mi Padre ama a Su Hijo ya para saber que soy el Hijo que mi Padre ama.

2. Tú me creaste en la impecabilidad no pues estar equivocado con respecto a lo que soy. Era yo quien estaba equivocado al pensar que había pecado, pero ahora acepto la Expiación para mí mismo. Padre, mi sueño termina ahora. Amén.

Fragmento extraído del libro, UN CURSO DE MILAGROS

SEGUNDA PARTE
Lección 337

UN CURSO DE MILAGROS, Segunda Parte, Lección 336

EL PERDÓN ME ENSEÑA QUE TODAS LAS MENTES ESTÁN UNIDAS.
1. El perdón es el medio a través del cual a la percepción le llega su fin. El conocimiento es restituido una vez que la percepción ha sido transformada y ha dado paso enteramente a lo que por siempre ha de estar más allá de su más elevado alcance. Pues las imágenes y los sonidos tan sólo pueden servir, en el mejor de los casos, para evocar el recuerdo que yace tras todos ellos. El perdón elimina las distorsiones y revela el altar a la verdad que se hallaba oculto. Sus blancas azucenas refulgen en la mente, y la instan a regresar y a mirar en su interior para buscar lo que en vano ha buscado afuera. Pues ahí, y sólo ahí, se restaura la paz interior, al ser la morada de Dios Mismo.

2. Que el perdón elimine en la quietud mis sueños de separación y de pecado. Y que entonces pueda mirar, Padre, en mi interior y descubrir que Tu promesa de que en mí no hay pecado es verdad; que Tu Palabra permanece inalterada en mi mente y que Tu Amor reside todavía en mi corazón.

Fragmento extraído del libro, UN CURSO DE MILAGROS

SEGUNDA PARTE
Lección 336

UN CURSO DE MILAGROS,Segunda Parte, Lección 335

ELIJO VER LA IMPECABILIDAD DE MI HERMANO.

1. Perdonar es una elección. Nunca veo a mi hermano tal como es, pues eso está mucho más allá de la percepción. Lo que veo en él es simplemente lo que deseo ver, pues eso es lo que quiero que sea verdad. A eso es a lo único que respondo, por mucho que parezca que es a los acontecimientos externos. Elijo lo que deseo contemplar, y eso y sólo eso, es lo que veo. La impecabilidad de mi hermano me muestra que quiero contemplar la propia. Y la veré puesto que he decidido ver a mi hermano en la santa luz de su inocencia.

2. ¿De qué otro modo podría restituírseme Tu recuerdo, sino viendo la inocencia de mi hermano? Su santidad me recuerda que él fue creado uno conmigo y semejante a mí. En él encuentro mi Ser, y en Tu Hijo encuentro asimismo el recuerdo de Ti.

Fragmento extraído del libro, UN CURSO DE MILAGROS

SEGUNDA PARTE
Lección 335

UN CURSO DE MILAGROS, Segunda Parte…….Lección 334

HOY RECLAMO LOS REGALOS QUE EL PERDÓN ME OTORGA.

1. No esperaré ni un sólo día más para encontrar los tesoros que mi Padre me ofrece. Todas las ilusiones son vanas, los sueños desaparecen incluso a medida que se van tejiendo con pensamientos. Basados en percepciones falsas. No dejes que hoy vuelvo a aceptar regalos tan míseros. La Voz de Dios les ofrece Su paz a todos los que escuchan y eligen y eligen seguirlo. Esto es lo que elijo hoy. Y así voy en busca de los tesoros que Dios me ha dado.

2. Busco lo eterno. Pues Tu Hijo no podría sentirse satisfecho con menos de eso. ¿Qué otra cosa, entonces, podría brindarle solaz, sino lo que Tú le ofreces a su desconcertada mente y a su atemorizado corazón, a fin de proporcionarle certeza y traerle la paz? Hoy quiero contemplar a mi hermano sin mancha alguna de pecado en él. Eso es lo que Tu Voluntad dispone que yo haga, pues así es como podré contemplar mi propia impecabilidad.

Fragmento extraído del libro, UN CURSO DE MILAGROS

SEGUNDA PARTE
Lección 334