Amor a la Vida

Mileydis Rojas 2
por Mileydis Rojas

1. Quien ama la Vida no queda anclado en el pasado ni se retuerce la neuronas pensando en el futuro, sino que vive en el aquí y ahora como si cada instante fuera el primero y el último.
2. Quien ama la Vida sabe que la propia no es eterna y lejos de angustiarse por la brevedad y el seguro fin de la misma, vive todos los momentos disfrutando de ellos al máximo porque sabe que son únicos.
3. Quien ama la Vida la respeta y respeta también todo lo vivo. Desde una brizna de hierba hasta un elefante; desde una gota de agua hasta un ciclón; desde una ameba hasta una molécula porque sabe que todo eso está hecho y todo ello es necesario. Sabe que todos son ciclos dignos de ser respetados.
4. El mejor deseo no es “que tu vida sea larga”, la duración es lo de menos, el mejor deseo es “¡ojalá vivas todos los días de tu vida!”
5. Quien ama la Vida no se irrita con las cosas, las personas ni las situaciones, sino que las acepta y las vive porque de todas se aprende algo beneficioso para seguir el camino.
6. Quien ama la Vida es paciente y perseverante en sus objetivos, asume riesgos y no le importa reconocer que está equivocado porque sabe que el aprendizaje es una cuestión de ensayo y error.
7. Quien ama la Vida busca soluciones a los problemas cotidianos sin hacer de las soluciones nuevos problemas.
8. Quien ama la Vida es solidario con sus semejantes sin distinción. Sabe que no puede ser feliz si uno solo de sus semejantes es desgraciado y arrima el hombro cuanto puede para acabar con el sufrimiento.
9. Quien ama la Vida no pierde el tiempo mirándose al espejo el ombligo ni en quejas sempiternas. No confunde lo accidental y pasajero con lo esencial. Es servicial y humilde, comparte y acompaña, pero no se olvida de sí mismo ya que el amor que uno mismo se tiene es la medida del amor al prójimo.
10. Quien ama la Vida sabe que la muerte es su destino y que nada llevará con ella; por lo tanto considera todo lo material que posee en usufructo, sin apegos y está presto a compartirlo alegremente. Lleva su corazón siempre abierto y dispuesto a a coger a cuantos se encuentre en el camino.