UN CURSO DE MILAGROS, Segunda Parte, lección 347


La ira procede de los juicios. Y los juicios es el arma que utilizo para mantener el milagro alejado de mí.

1. Padre, deseo lo que va contra mi voluntad , y no lo es mi voluntad tener. Rectifica mi mente, Padre mío, pues está enferma. Pero Tú has ofrecido libertad, y yo elijo reclamar Tu regalo hoy. Y así, lo entrego todo juicio a Aquel que Tu me diste para que juzgara por mí. Él ve lo que yo contemplo, sin embargo, conoce la verdad. Él ve el dolor, mas comprende que no es real, y a la luz de Su entendimiento éste sana. Él concede los milagros que mis sueños quieren ocultar de mi conciencia. Que sea Él quien juzga hoy. No conozco mi voluntad, pero Él está segura que es la Tuya. Y hablará en mi nombre e invocará Tus milagros para que vengan a mí.

2. Escucha hoy. Permanece muy quedo, y oye la dulce Voz que habla por Dios asegurarte que Él te ha juzgado como el Hijo que Él ama.

Fragmento extraído del libro, UN CURSO DE MILAGROS

SEGUNDA PARTE
Lección 347

Fragmento extraído del libro, UN CURSO DE MILAGROS

SEGUNDA PARTE
Lección 347