UN CURSO DE MILAGROS, Segunda Parte, lección 353

MIS OJOS, MI BOCA, MIS MANOS Y MIS PIES TIENEN HOY UN SÓLO PROPÓSITO: ESTAR AL SERVICIO DE CRISTO A FIN DE QUE ÉL PUEDA UTILIZARLOS PARA BENDECIR AL MUNDO CON MILAGROS.

1. Padre, hoy le entrego a Cristo todo lo que es mío para que Él lo utilice de la manera más beneficiosa para el propósito que comparto con Él. Nada es exclusivamente mío, pues Él y yo nos hemos unido en un propósito común. De este modo, el aprendizaje casi ha llegado a su señalado final. Por un tiempo colaboraré con Él en el logro de Su propósito. Luego me fundiré en mi identidad y reconoceré que Cristo no es sino mi Ser.

Fragmento extraído del libro, UN CURSO DE MILAGROS

SEGUNDA PARTE
Lección 353

UN CURSO DE MILAGROS, Segunda Parte, lección 352

LOS JUICIOS SON LO OPUESTO AL AMOR. DE LOS JUICIOS PROCEDE TODO EL DOLOR DEL MUNDO, Y DEL AMOR, LA PAZ DE DIOS.

1. El perdón ve sólo impecabilidad, y no juzga. Ésta es la manera de llegar a Ti. Los juicios me vendan los ojos y me ciegan. El amor, aquí se refleja es de perdón, me recuerda, por otra parte, que Tú me haz proporcionado un camino para volver a encontrar Tu paz. Soy redimido cuando elijo seguir ese camino. Tú no me haz dejado desamparado. Dentro de mí yace Tu recuerdo, así como Uno que me conduce hasta él. Padre, quiero oír Tu Voz y encontrar Tu paz. Pues quiero amar mi propia Identidad y encontrar en Ella el recuerdo de Ti.

Fragmento extraído del libro, UN CURSO DE MILAGROS

SEGUNDA PARTE
Lección 352

UN CURSO DE MILAGROS, Segunda Parte, lección 351

MI HERMANO IMPECABLE ES MI GUÍA A LA PAZ. MI HERMANO PECADOR ES MI GUÍA AL DOLOR. Y EL QUE ELIJA VER SERÁ EL QUE CONTEMPLARÉ.

1. ¿Quién es mi hermano sino Tu santo Hijo? Mas si veo pecado en él proclamo que soy un pecador, en vez de Hijo de Dios, y que me encuentro sólo y sin amigos en un mundo aterrante. Mas contemplarme de esa manera es una decisión que yo mismo he tomado y puedo, por consiguiente, volverme atrás. Puedo así mismo ver a mi hermano exento de pecado, y como Tu santo Hijo. Y si ésta es la alternativa por la que me decido, veo mi impecabilidad, a mi eterno Consolador y Amigo junto a mí, y el camino libre y despejado. Elige, pues, por mí, Padre mío, a través de Aquel que habla por Ti. Pues sólo Él juzga en Tu Nombre.

Fragmento extraído del libro, UN CURSO DE MILAGROS

SEGUNDA PARTE
Lección 351

UN CURSO DE MILAGROS, Segunda Parte

¿QUÉ SOY?

1. Soy el Hijo de Dios, pleno, santo e íntegro, resplandeciente en el reflejo de Su Amor. En mí Su creación se santifica y se le garantiza vida eterna. En mí el amor alcanza la perfección, el miedo es imposible y la dicha se establece sin opuestos. Soy el santo hogar de Dios Mismo. Soy el Cielo donde Su Amor reside. Soy Su santa Impecabilidad Misma, pues en mi pureza reside la Suya Propia.
2. La necesidad de usar palabras está casi llegando a su fin ahora. Mas en los últimos días de este año que tú y yo juntos le ofrecimos a Dios, hemos encontrado un solo propósito, el cual compartimos. Y así, te uniste a mí, de modo que el que yo soy tú eres también. La es que lo que somos no es algo de lo se pueda hablar o describir con palabras. Podemos, sin embargo, darnos cuenta de la función que tenemos aquí, y usar palabras para hablar de ello así como para enseñarlo, si predicamos con el ejemplo.
3. Somos los portadores de la salvación. Aceptamos nuestro papel como salvadores del mundo, el cual se redime mediante nuestro perdón conjunto. Y al concederle el regalo de nuestro perdón, éste se nos concede a nosotros. Vemos a todos como nuestros hermanos, y percibimos todas las cosas como buenas y bondadosas. No estamos interesados en ninguna función que se encuentre más allá del umbral del Cielo. El conocimiento volverá a aflorar en nosotros cuando hayamos desempeñado nuestro papel. Lo único que nos concierne ahora es dar la bienvenida a la verdad.
4. Nuestros son los ojos a través de los cuales la visión de Cristo ve un mundo redimido de todo pensamiento de pecado. Nuestros, los oídos que oyen la Voz que habla por Dios proclamar el mundo es inocente. Nuestra, las mentes que se unen conforme bendecimos al mundo. Y desde la unión que hemos alcanzado, invitamos a nuestros hermanos a compartir nuestra paz y a consumar nuestra dicha.
5. Somos los santos mensajeros de Dios que hablan en Su Nombre, y que al llevar Su Palabra a todos aquellos que Él nos envía, aprendemos que está impresa en nuestros corazones. Y de esa forma, nuestras mentes cambian con respecto al objetivo para el que vinimos y al que ahora procuramos servir. Le traemos buenas nuevas al Hijo de Dios que pensó que sufría. Ahora ha sido redimido. Y al ver las puertas del Cielo abiertas ante él, entrará y desaparecerá en el Corazón de Dios.

Fragmento extraído del libro, UN CURSO DE MILAGROS

SEGUNDA PARTE

UN CURSO DE MILAGROS, Segunda Parte, lección 350

LOS MILAGROS SON UN REFLEJO DEL ETERNO AMOR DE DIOS. OFRECERSELOS ES RECORDARLO A ÉL, Y MEDIANTE SU RECUERDO, SALVAR AL MUNDO.

1. Lo que perdonamos se vuelve parte de nosotros, tal como nos percibimos a nosotros mismos. Tal como tú creaste a Tu Hijo, él encierra dentro de sí todas las cosas. El que yo te pueda recordar depende de lo que perdone a él. Lo que él es no se ve afectado por sus pensamientos. Pero lo que él contempla es el resultado directo de ellos. Así pues, Padre mío, quier o ampararme en Ti. Sólo Tu recuerdo me liberará. Y sólo perdonando puedo aprender a dejar que Tu recuerdo vuelva a mí, y a ofrecérselos al mundo con agradecimiento.

2. Y a medida que hagamos acopio de Sus milagros, estaremos en verdad agradecidos. Pues conforme lo recordemos, Su Hijo nos será restituido en la realidad del Amor.

Fragmento extraído del libro, UN CURSO DE MILAGROS

SEGUNDA PARTE
Lección 350

UN CURSO DE MILAGROS , Segunda Parte, lección 349

HOY DEJO QUE LA VISIÓN DE CRISTO CONTEMPLE TODAS LAS COSAS POR MÍ, Y QUE EN LUGAR DE JUZGARLAS, LES CONNCEDA A CADA UNA UN MILAGRO DE AMOR.

1. Así quiero liberar todas las cosas que veo, concediéndoles la libertad que busco. De esta manera, obedezco la ley del amor, dando lo que quiero encontrar y hacer mío. Ello se me dará, porque lo he elegido como el regalo que quiero dar. Padre, Tus regalos son míos. Cada regalo que acepto me concede un milagro que puedo dar. Y al dar tal como quiero recibir, comprendo que Tus milagros de curación me pertenecen.

2. Nuestro Padre concede nuestras necesidades, y nos concede la gracia para satisfacerlas todas. Y así confiamos en que Él nos enviará milagros para bendecir al mundo y sanar nuestras mentes según regresamos a Él.

Fragmento extraído del libro, UN CURSO DE MILAGROS
SEGUNDA PARTE
Lección 349

UN CURSO DE MILAGROS, Segunda Parte, lección 348.

NI MI IRA NI MI TEMOR TIENEN RAZÓN DE SER, PUES TÚ ME RODEAS. Y TU GRACIA ME BASTA PARA SATISFACER CUALQUIER NECESIDAD QUE YO PERCIBA.

1. Padre, déjame recordar que Tú estás aquí y que no estoy solo. Pues estoy rodeado de un Amor imperecedero. No hay razón para nada, excepto para la paz y alegría perfectas que comparto Contigo. ¿Qué necesidad tengo de ira o de temor, cuando lo único que me rodea es la seguridad perfecta? ¿Cómo puedo sentir miedo cuando la eterna promesa que me hiciste jamás se aparta de mi? Estoy rodeado de perfecta impecabilidad. ¿Qué puedo temer, cuando la santidad en la que Tú me creaste es tan perfecta como la Tuya Propia?

2. La gracia de Dios nos basta para hacer todo lo que Él quiere que hagamos. Y eso es lo único que elegimos como nuestra voluntad, así como la Suya.

Fragmento extraído del libro, UN CURSO DE MILAGROS

SEGUNDA PARTE
Lección 348

UN CURSO DE MILAGROS, Segunda Parte, lección 347


La ira procede de los juicios. Y los juicios es el arma que utilizo para mantener el milagro alejado de mí.

1. Padre, deseo lo que va contra mi voluntad , y no lo es mi voluntad tener. Rectifica mi mente, Padre mío, pues está enferma. Pero Tú has ofrecido libertad, y yo elijo reclamar Tu regalo hoy. Y así, lo entrego todo juicio a Aquel que Tu me diste para que juzgara por mí. Él ve lo que yo contemplo, sin embargo, conoce la verdad. Él ve el dolor, mas comprende que no es real, y a la luz de Su entendimiento éste sana. Él concede los milagros que mis sueños quieren ocultar de mi conciencia. Que sea Él quien juzga hoy. No conozco mi voluntad, pero Él está segura que es la Tuya. Y hablará en mi nombre e invocará Tus milagros para que vengan a mí.

2. Escucha hoy. Permanece muy quedo, y oye la dulce Voz que habla por Dios asegurarte que Él te ha juzgado como el Hijo que Él ama.

Fragmento extraído del libro, UN CURSO DE MILAGROS

SEGUNDA PARTE
Lección 347

Fragmento extraído del libro, UN CURSO DE MILAGROS

SEGUNDA PARTE
Lección 347

UN CURSO DE MILAGROS, Segunda Parte, lección 346

HOY ME ENVUELVE LA PAZ DE DIOS, Y ME OLVIDO DE TODO EXCEPTO DE SU AMOR.

1. Padre, al despertar hoy los milagros corrigen mi percepción de todas las cosas. Y así comienza el día que voy a compartir Contigo tal como compartiré la eternidad, pues el tiempo se ha hecho a un lado hoy. No ando en pos de cosas temporales, por lo tanto, ni siquiera las veré. Lo que hoy busco trasciende todas la leyes del tiempo, así como la cosas que se perciben en él. Quiero olvidarme de todo excepto de Tu Amor. Quiero morar en Ti y no saber nada de ninguna otra ley que no sea Tu ley del amor. Quiero encontrar la paz que Tú creaste para Tu Hijo, y olvidarme, conforme contemplo Tu gloria y la mía, de todos los absurdos juguetes que fabriqué.

2. Y al llegar la noche, recordaremos únicamente la paz de Dios. Pues hoy veremos que clase de paz es la nuestra, cuando nos olvidemos de todo excepto del Amor de Dios.

Fragmento extraído del libro, UN CURSO DE MILAGROS

SEGUNDA PARTE
Lección 346

UN CURSO DE MILAGROS, Segunda Parte, lección 345

HOY SÓLO OFREZCO MILAGROS, PUES QUIERO QUE RETORNEN A MÍ.

1. Padre, todo milagro es un reflejo de los regalos que me haces a mí, Tu Hijo. Y cada uno que concedo retorna a mí, recordándome que la ley del amor es universal. Incluso aquí, dicha ley se manifiesta en una forma que se puede reconocer, y cuya eficacia puede verificarse. Los milagros que concedo se me devuelven en la forma que más me puede ayudar con los problemas que percibo. Padre, en el Cielo es diferente, pues allí no hay necesidades. Pero aquí en la tierra el milagro se parece más a tus regalos que cualquier otro regalo que yo pueda hacer. Así pues, déjame hoy hacer solamente este regalo, que al haber nacido del verdadero perdón, ilumina el camino que debo recorrer para poder recordarte.

2. Que la paz sea con todos los corazones que la buscan. La luz ha venido a ofrecer milagros para bendecir a este mundo exhausto. Éste hallará descanso hoy, pues nosotros ofrecemos lo que hemos recibido.

Fragmento extraído del libro, UN CURSO DE MILAGROS

SEGUNDA PARTE
Lección 345