UN CURSO DE MILAGROS, SEGUNDA PARTE ……..Lección 238

LA SALVACION DEPENDE DE MI DECISIÓN.

1. Padre, Tu confianza en mí ha sido tan grande que debo ser digno de ella. Tú me creaste y me conoces tal como soy. Y aun así, pusiste en mis manos la salvación de Tu Hijo y dejaste que dependiera de mi decisión. ¡Cuán grande debe ser Tu Amor por mí! Y mi santidad debe ser asimismo inexpugnable para que hayas puesto a Tu Hijo en mis manos con la certeza de que Aquel que es parte de Ti, y también de mí, puesto que es mí Ser, está a salvo.

2. Y así, hoy volvemos a hacer otra pausa para pensar en lo mucho que nos ama nuestro Padre. Y cuán querido sigue siendo para Él Su Hijo, quien fue creado por Su Amor y en quien el Amor de Su Padre alcanza su plenitud.

Fragmento extraído del libro, UN CURSO DE MILAGROS

SEGUNDA PARTE
Lección 238